Arm es la empresa británica, perteneciente al entramado japonés de SoftBank, que posee la arquitectura que se usa en los procesadores de casi todos los móviles inteligentes que se han vendido desde el iPhone, así como en tabletas y algunos PC, principalmente los de Apple. Se dedica a licenciar sus arquitecturas, aunque tiene que crear procesadores con los que probarlos. De hecho, las licencias incluyen los diseños para litografías específicas, así que es habitual que Arm diseñe procesadores. Lo que es extraño es que los comercialice, porque nunca lo ha hecho, y en ello estaría con un procesador para centros de datos.
El socio inicial sería Meta, y el procesador sería producido por TSMC. Su lanzamiento podría llegar este año, al menos según lo recogido por Financial Times. La arquitectura ARM es altamente eficiente, por lo que lleva años abriéndose hueco en los centros de datos. Arm tiene arquitecturas específicas de núcleos para este entorno, pero es de imaginar que ese procesador, de ser real, incluirá otra serie de optimizaciones para cómputo. La arquitectura x86 se ha ido adaptando, pero es mejor para cargas de trabajo pesadas. Según FT, sería parte de un plan más amplio para empezar a producir procesadores.